¡Bienvenido, Anacrónico!
Déjame presentarme: me llamo María, y soy un alma romántica encerrada en una época que no le corresponde. Este siglo, en el que la gente parece haber olvidado el valor de la poesía y vive absorbida por las tecnologías del mundo moderno, no está hecho a mi medida.
Cada vez más, tengo la sensación que la belleza de la vida no se aprecia. La gente vaga sin rumbo tratando de encontrar un fin o una causa de su existencia, sin pararse a contemplar el milagro de la vida. Pasan los días buscando, sin ver ni observar lo que los rodea... ¿Qué pasaría si se pararan un momento? ¿Qué verían? Quizá advertirían el paso del tiempo... quizá todo el mal que hay en el mundo... quizá el deterioro de la sociedad...
O a lo mejor nada de esto. Puede que vean las gotas de la lluvia resbalar por el cristal de la ventana. Puede que vean una mariposa posándose sobre una flor. Puede que vean una niña jugando con un perrito. Puede que, simplemente, vean una sonrisa en el rostro que está a su lado...
Entonces ¿por qué la gente no abre los ojos? ¿Será, acaso, por miedo? Ciertamente, quizá no todo lo que vean sea agradable a la vista. Pero quizá sea mejor que vivir engañado.
Así que si tu también eres una de esas personas que corren por la vida buscando el final sin pararse a disfrutar de la misma, este es mi consejo: DETENTE. Mira a tu alrededor y fíjate en los pequeños detalles que pueden alegrarte la vida.
Y si no te gusta lo que ves, o prefieres ver otra cosa, entonces cierra los ojos, quédate parado y sueña conmigo. Olvida este mundo, abre tu alma y ven conmigo a buscar una dosis de poesía...
Déjame presentarme: me llamo María, y soy un alma romántica encerrada en una época que no le corresponde. Este siglo, en el que la gente parece haber olvidado el valor de la poesía y vive absorbida por las tecnologías del mundo moderno, no está hecho a mi medida.
Cada vez más, tengo la sensación que la belleza de la vida no se aprecia. La gente vaga sin rumbo tratando de encontrar un fin o una causa de su existencia, sin pararse a contemplar el milagro de la vida. Pasan los días buscando, sin ver ni observar lo que los rodea... ¿Qué pasaría si se pararan un momento? ¿Qué verían? Quizá advertirían el paso del tiempo... quizá todo el mal que hay en el mundo... quizá el deterioro de la sociedad...
O a lo mejor nada de esto. Puede que vean las gotas de la lluvia resbalar por el cristal de la ventana. Puede que vean una mariposa posándose sobre una flor. Puede que vean una niña jugando con un perrito. Puede que, simplemente, vean una sonrisa en el rostro que está a su lado...
Entonces ¿por qué la gente no abre los ojos? ¿Será, acaso, por miedo? Ciertamente, quizá no todo lo que vean sea agradable a la vista. Pero quizá sea mejor que vivir engañado.
Así que si tu también eres una de esas personas que corren por la vida buscando el final sin pararse a disfrutar de la misma, este es mi consejo: DETENTE. Mira a tu alrededor y fíjate en los pequeños detalles que pueden alegrarte la vida.
Y si no te gusta lo que ves, o prefieres ver otra cosa, entonces cierra los ojos, quédate parado y sueña conmigo. Olvida este mundo, abre tu alma y ven conmigo a buscar una dosis de poesía...
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